Día 7, Etapa 6ª: Lestedo - Santiago de Compostela
Tema de hoy: Peregrinar para renovarse
Planta y perfil longitudinal de la etapa:
Tras la dureza y las dificultades del Camino, el divisar Santiago a lo lejos llena de gozo al peregrino. La Ciudad Santa, el Pórtico de la Gloria (el mismo que veían los peregrinos medievales), está ya a nuestro alcance.
Acabamos de llegar a Santiago.
Es el momento de prepararnos, de asearnos, para, con el traje apropiado, poder participar en el Banquete Celestial.
Recuerda a los antiguos peregrinos medievales cuya penitencia era muchas veces el ir peregrinando a Santiago. Querían arrepentirse de sus pecados, querían comenzar una nueva vida porque la que habían llevado no les hacia felices y, para demostrar ante la Comunidad, ante la Iglesia, que su deseo era algo más que un deseo, realizaban el Camino. Al finalizarlo, en Santiago, obtenían la absolución, el perdón de Dios, y la energía para empezar esa nueva vida.
¡Eran hombres y mujeres nuevos!
El Camino (su soledad, sus peligros, su silencio meditativo, sus dificultades, el encuentro con otros peregrinos y con Dios) había ido poco a poco, lentamente, produciendo en el peregrino una metanoia, un cambio profundo en su manera de ver la vida, en sus ideales y en sus objetivos. Ésta experiencia vital era la que le daba fuerzas para seguir viviendo así, de ese modo nuevo. Nada tenía que ver el hombre que lo había comenzado, con la persona que lo concluía: ¡era otro ser!.
¡Muchos días en el camino dan para mucho!
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